Fiducia suplicans - Santo Padre, pida perdón y no divida más

A diferencia de San León Magno, Francisco ha entregado los templos a Atila

Absolutamente todo el mundo está de acuerdo en que todas las personas pueden ser bendecidas, independientemente de su religión, sexo, raza, orientación o condición. Eso era algo tan evidente como que el Ebro pasa por El Pilar.

¿Entonces qué aporta nuevo Fiducia Suplicans?

«la posibilidad de bendecir a las parejas en situaciones irregulares y a las parejas del mismo sexo» (Presentación del documento clique aquí para ver)

Las personas que pueden recibir la bendición son exactamente las mismas que antes del documento. Ni una más.

La novedad y la gravedad es el modo en que ahora la pueden recibir: en pareja.

No se trata por lo tanto de mirar a la persona que ya antes era susceptible de recibir la bendición. Sino de hacer una paraliturgia matrimonial en pareja.

Retrocedamos un momento a aclarar los términos.

No es lo mismo una persona (con su dignidad personal y derechos personalísimos inalienables) que tiene orientación homosexual, que un gay. El gay es militante político. El contenido de su programa político es gay, no como adjetivo, sino como sustantivo. Gay no es una condición ni una orientación.

Gay significa un programa político consistente en acciones legislativas de transformación y deconstrucción del Derecho, ubi societas ibi ius. El homosexual merece nuestra tolerancia, más aún aún si reconoce su desgraciada conducta. El programa gay merece enérgica oposición y pública reprobación, es un disolvente social. Ya tenemos perspectiva con el matrimonio y la natalidad en Occidente desde la irrupción del movimiento gay en el 68.

Por eso es tan grave lo que ha hecho Francisco, que debería deponer al Prefecto de Doctrina de la Fe, retirar el documento y pedir él mismo perdón. El Santo Padre ha incurrido en demagogia, al intentar presentar la medida como que se amplían las personas bendecidas, mostrando misericordia. Esas personas ya antes podían ser perfectamente bendecidas. Nadie se ha pronunciado en contra de eso.

Sumándose a la agenda política gay, el Santo Padre ha atentado contra el bien común. A diferencia de San León Magno, Francisco ha entregado los templos a Atila.

Ha dividido en lugar de unir, presentando un antitestimonio de su carisma particular como obispo de la Iglesia de Roma, otrora «experta en Humanidad» e incansable en proponer al mundo una «antropología adecuada».

AMBONGO, el cardenal de el congo presidente de las conferencias episcopales de áfrica y madagascar ha tenido que reconvenir a francisco públicamente. tambien otros muchos cardenales, como sarah, müller Burke, zen, los polacos, los franceses y otros tantos se han mostrado enérgicamente en contra.

aún así el papa se muestra orgulloso y recalcitrante, y continúa negándose a derogar el documento y cesar a su autor